A poco más de un año de haber lanzado nuestra revista electrónica Justo en un Click, el trabajo científico, humanístico, pedagógico, y multidisciplinario presentado en cada uno de los artículos muestra la gran versatilidad de historias contemporáneas y de reconocidos personajes, que abordan temas de interés social ejemplificados en nuestro acontecer pasado, presente y futuro.
Para finalizar, ¿Sabías qué? tiene 11 interesantes cosas que probablemente desconocías, entérate de ellas.
Los beneficios al realizar el movimiento físico son múltiples si este se efectúa en forma sistemática o de manera metódica. Esto se refiere a seguir de manera correcta paso a paso la actividad física cualesquiera. Son diversos los beneficios que se adquieren en los sistemas que componen el cuerpo humano, incipalmente en el cardiovascular y en el respiratorio, siguiendo con el músculo esquelético, digestivo, nervioso y en todos en general aunque no se perciban los cambios benéficos que se suscitan. Con el simple hecho de caminar cierta distancia o tiempo, en forma frecuente, implica un esfuerzo físico que genera un gasto energético y por lo tanto una quema de calorías.
Definir cuándo comenzó a utilizarse el término “neorrealismo” para referirse al nuevo estilo originado en Italia resulta complicado. Desde los años veinte se utilizaba para hablar de las nuevas tendencias en literatura rusa y alemana. El crítico Umberto Babaro, lo empleó para señalar las innovaciones en la literatura soviética. En la década de los treinta Francesco Jovine, que se convertiría en una de las figuras importantes del movimiento declararía: “para sustraerse a la retórica de la pura forma los neorealistas amenazan con crear otra: la del puro contenido”1 declaración hecha a propósito del estilo formalista que dominó bajo el régimen fascista. Posteriormente, en 1940 Elio Vittorini, figura importantísima para la literatura neorrealista, hablaría de los “los recientes neorrealistas ingleses”.
Fue uno de los teóricos más importantes del proceso de integración de la América Hispánica, uno
de los críticos más importantes de la cultura de América, y uno de los latinoamericanos que se entregaron a la tarea de destacar la especificidad de América. En sus ensayos de 1925: “La Utopía de
América” y “La Patria de la Justicia”. Habló de la utopía como una meta de América. Fueron palabras suyas: “Ensanchemos el campo espiritual, demos el alfabeto a todos los hombres; demos a cada uno los instrumentos mejores para trabajar en bien de todos y lancémonos por acercarnos a la justicia social
y a la libertad verdadera, avancemos en fin, hacia nuestra utopía.
Delimitar el fenómeno de la pobreza resulta muy complejo, pues aunque se han hecho algunas efiniciones al respecto, aún existe gran controversia. Se ha dicho, por ejemplo, que es: “necesidad,
estrechez, escasez, insuficiencia de ingreso, carencia de lo necesario para el sustento de la vida” (Maier, 1998). En todo caso, el término pobreza en su uso cotidiano lleva implícita la comparación entre la situación de una persona, familia o grupo humano y la concepción de quien habla o escribe, sobre lo que es necesario para vivir o sustentar la vida.
Bajo esta perspectiva, la pobreza puede ser medida cuando se define en relación con otras situaciones y contextos sociales organizados en torno a la satisfacción de necesidades.
Vivimos en una sociedad que se enfrenta a rápidas transformaciones tecnológicas; el Internet, los equipos digitales y la conexión en redes han permitido la difusión de la información por todo el mundo en tan sólo segundos. También, ante este desarrollo, se han abierto brechas entre los avances tecnológicos y algunas personas en los distintos países, estas diferencias se refieren al hecho de si se cuenta o no con los equipos tecnológicos, o aún teniéndolos, si se utilizan, o no, adecuadamente. A lo anterior se suma que en el campo educativo se ha observado la necesidad de organizar ambientes virtuales de aprendizaje (AVA).